Golpes,rabia,insultos,gritos
contra todo objeto u objetivo
nada tiene sentido,te vuelves impulsivo
y de pronto del odio te vuelves cautivo.
Ojos rojos como el fuego,
ojos, que son temidos.
Odio,que posees y del que eres poseído,
eres una ficha en su tablero de juego.
Agotado...Dentro no queda nada
vuelves en sí con sutileza
tu consciencia ha sido desplazada.
Como una ley de la naturaleza,
tras la tormenta no viene la calma,
cuando te deja el odio,llega la tristeza.
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